sábado, 4 de septiembre de 2010

Progreso y destrucción Recuerdos de mi niñez en el campo

Cuando día a día vas viendo la trasformación de tu ciudad,no te das cuenta de los cambios tan importantes que hay en ella.Esto se hace más notable, si estás fuera bastante tiempo y a tu regreso te das una vuelta por el pueblo y vas comparando lo de ayer con lo de hoy.Hay que destacar la zona de los Angeles y Barrio Alto,donde se nota una considerable transformación en cuanto calles y plazas,así como la Redonda y Autovias que circundan la ciudad y por dode el viajero disfruta de una panorámica del pueblo, con su Alcazaba,las torres de sus Iglesias ,y los puentes que lo unen con el Barrio de San Francisco que se ha extendido hacía la ladera del Monte Hacho.Esta es una zona donde se han construido gran cantidad de chalet, hacía el barrio de la Esperanza y Huertas Bajas y que goza además de otras cosas del Manantial del Frontil.
Hablando de diferencias, destacaremos la parte de Manzanil, donde yó pasaba los veranos de mi infancia y juventud,y por eso las personas de mi edad jamás nos acostrunbaremos al
cambio que ha experimentado desde hace bastante tiempo.Este era un lugar en donde hace menos de 40 años se podian admirar sus blancas caserías rodeadas de un sin fin de árboles frutales,y todo el verdor que producian las cosechas y hortalizas que se producian en la zona .Había mucha agua que corria por las acqueias que cruzaban las preciosas fincas y que regaban los huertos produciendo unas verduras y toda clase de hortalizas ecológicas, una palabra tan dada en la actualidad, y que yá hace tantos años disfrutábamos si darle la mayor importancia por este bello paisaje discurre el rio Manzanil pero yá no es el mismo de antes, en él, en dode en sus limpias y cristalinas aguas se podian admirar la cantidad de cangrejos que hacian nuestras delicias por su peculiar movimiento hacia atras: los expertos labradores de entonces (entre los que inclulo a mi padre,)cuidaban sus cultivos con gran esmero, y al no haber escasés de agua hacía que los productos se criaran de una forma espectacular.Por todo esto los niños de la zona jugaban ha hacer su lindas casitas donde plantaban sus arbolitos e imitaban a los mayores.Hoy todo esto ha desaparecido y en su lugar se ha crado un Polígono Industrial porque el ``Progreso y la Industria´´ así lo requiere.Por este motivo yá los pocos niños que queden en el lugar no podran jugar a plantar áboles, ni a regar sus huertos, lo mas que harán será imaginarse que construyen grades y antiestéticas naves de cemento que es lo que ven a su alrrededor.Lo que sí hay que pedir es que cuando sean mayores ,su sentido común haga que para construir estos grandes polígonos y fábricas elijan otras tierras menos bellas y productivas que estas.

Fotografía de Los Infiernos

4 comentarios:

  1. Antonia se supone que eso es el progreso, pero un progreso mal entendido. Seguramente me habrás oído decirlo; en mi opinión España estuvo un tanto cerrada al resto de Europa desde la guerra española. Después de la guerra europea, Europa occidental progresó mucho, tanto económicamente como culturalmente, mientras que en España nos quedamos con los grupos floklóricos de danzas.
    Cuando abrimos la ventana de Europa nos pareció que estabamos muy atrasados y quisimos correr para vivir como los europeos, sin tener su trancisión y su cultura. Ese proceso derivó en que dejamos de valorar cosas que tenían mucho valor: el campo, como tu dices, los jardines, las ruinas de monumentos, y hasta los tranvías; mientras europa mantenía el transporte público aquí entendimos que la modernidad eran los coches y los autobuses.
    Casi todas las ciudades europeas tienen el sábado o domingo un mercadillo de antigüedades. Algunas veces los he visto y conservan con orgullo (y venden) instrumentos que aquí tiramos a la basura hace cuarenta años.

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  2. Hola,

    me recomendó su blog su hijo Victor, con el que coincidí hace unos años en Venezuela, país en el que trabajé varios años como fotoperiodista.

    He leído su texto y le he encontrado mucho parecido en su enfoque a mi blog http://diarioobservador.blogspot.mx Este blog contiene menos conocimientos que el suyo, por mi juventud, pero creo que podrá parecerle interesante en algunas de sus historias.

    Sobre el falso progreso que vendieron los europeos a España, pues el tiempo pone cada cosa en su lugar. Sólo hay que comparar la España de hace unas décadas, la que tenía a la gente más lóngeva y feliz del mundo, soberana en la agricultura, con un sistema de salud preventiva envidiable, con educación de calidad y unos niveles de seguridad ciudadana muy altos, y la España de hoy, la "avanzada" y que ha "progresado", completamente endeudada, con la agricultura de los químicos, las dehesas arrasadas, la industria quebrada y, lo peor, con niveles de malnutrición infantil que suben peligrosamente ( en el 2011 la malnutrición infantil afectaba al 25% de los niños españoles), con casi medio millón de familias deshauciadas (casi los mismos desplazados de una guerra), y con unas cifras de suicidios escalofriantes, que superan a los accidentes de tráfico.

    En lo personal creo que con Europa "nos vendieron la moto". Porque lo más valioso en la vida no es el falso modernismo europeo basada en la deuda y en unos negocios en los que siempre ganan los mismos. La modernidad europea es un espejismo, venden lo que no tienen, yo mismo viví en Londres y me pareció inhumano para los pobres.

    La mayoría cuando visita Europa y va a estas ciudades “avanzadas” sólo va a las zonas ricas para turistas, convenientemente acondicionadas, y no a las pobres. Yo vi las pobres de Inglaterra, por ejemplo, y me avergüenza ver a españoles defendiendo a esas sociedades industriales en las que debajo de la alfombra hay una desigualdad y una infelicidad terrible que disfrazan los gobiernos con campañas publicitarias.

    Decía Jesucristo: "Por sus frutos los conoceréis”. Y ya han quedado claros cuales son los frutos del falso progreso y ha quedado bien claro que sus frutos no son la abundancia, ni el amor, ni la compasión, ni la solidaridad, ni la justicia, ni la felicidad.

    Saludos cordiales.
    Chico

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  3. Hola Chico:Veo que has leído algo de mi blog y digo algo porque son 172 los pots que he subido que con mi escasa cultura siento no saber expresarme como quisiera. Creo lo entenderás, pues fueron unos años de guerra , y posguerra donde tuve que educarme con los escasos medios que había , por eso no acabo de entender a los jóvenes de ahora a los que se les ha dado todo hecho y algunos no saben aprovechar los medios que se le ofrecen.
    He podido leer algo de tus artículos y me ha gustado mucho la historia de Juan,peo siento decirte , que no estoy completamente de acuerdo con el comentario que haces sobre España que es lo que yo conozco. Sí es verdad que hay cosas aquí que no gustan,pero con casi 83 años y habiendo visto pobres en los años 40 sí puedo decirte que no hay tanta pobreza como se publica. Si es verdad que algunas personas no puede llegar a fin de mes pero ahí están tanta ONG y banco de alimentos como hay en España, tanto a proporcionarles alimentos como a pagarles ese "excesivo recibo de luz"porque ya no nos acostumbramos a pasar un poquito frío o calor. Podría contarte lo que fueron pobres en España pero no quiero extenderme mas,así que si quieres podemos estar en contacto porque yo a los amigos de mis hijos los considero también mis amigos.
    Un saludo. Antonia

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  4. Hola,

    Le agradezco su comentario, como le decía, no creo que mis escritos puedan ser tan sabios como los suyos, sobre todo por mi juventud, sin embargo, como dice, aprovecho las herramientas que hay, como el blog, para expresar mis inquietudes sobre lo que veo.

    Estoy de acuerdo con usted en que las nuevas generaciones no estamos aprovechando lo que nos legaron nuestros padres y abuelos, y lo dejé plasmado en esta historia después de la muerte de mi padre: http://diarioobservador.blogspot.mx/2016/01/la-gran-obra.html Por si le despierta interés y quiere leerlo.

    Sobre la historia de Juan y la realidad de España, yo no creo que esté exagerando, más bien creo que estoy mostrando una realidad que se está ignorando pero que, tarde o temprano saldrá a la luz.

    Una realidad que oculta a millones de parados, a miles de industrias y negocios familiares en quiebra o siendo quebradas, a un alto porcentaje de niños con malnutrición, a casi medio millón de familias desahuciadas, a unas cifras de suicidios que han llegado a superar a los accidentes de tráfico, una violencia familiar tremenda provocada por la grave crisis económica y de valores, y, lo más preocupante, a una España que está endeudada hasta niveles muy parecidos a los que se alcanzaron durante los años anteriores de la guerra civil.

    No se puede negar, sin duda, que gracias a Dios, se mantiene cierto grado de estabilidad como usted dice, pero en mi opinión esa estabilidad está seriamente amenazada si no se hace algo y se evita que la destrucción del país siga adelante.

    Dios quiera que me equivoque, pero en mi opinión la cosa no pinta bien.

    Si bien la historia de Juan no coincide con la vida de una mayoría de los españoles, está basada en hechos reales que me han sucedido a mí mismo o de los cuales he sido testigo, y son una realidad para muchos españoles y ciudadanos de otros países en los que he vivido. A esta parte importante de personas que sufren abusos y son ignoradas por la sociedad, Buñuellos bautizó “Los Olvidados”. Por eso podríamos decir que Juan es eso, un olvidado.

    Es verdad que en el caso de España hay mucha gente que pidió hipotecas de forma innecesaria o insensata, y también que hay muchos que se dedican a vivir del cuento cobrando el paro, pero también hay muchas familias, cada día más, sufriendo por falta de recursos y recibiendo una presión injusta por parte del estado que podría crear mucha inestabilidad social. Aquí he recopilado una serie de eventos que lo muestran: http://periodismoquijotesco.blogspot.mx/2017/05/los-agentes-imperiales-periodismo.html

    Eso sí, estoy completamente de acuerdo, como propone usted en el blog, que la solución a la situación actual es la ciudadanía y no la política. Tampoco creo que la solución sea echarle la culpa de lo que está pasando a los ricos, los políticos o los banqueros, sino que todos tenemos mucho de culpa porque no aportamos ni acciones ni soluciones. La solución, como usted explica en su blog, está en aprovechar todas las oportunidades que se presentan para ayudar a los demás y en sacarle el máximo provecho posible a los recursos de los que disponemos.

    Saludos de nuevo,
    Chico

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