jueves, 11 de agosto de 2011

Vivencias de Antonia

Yo nací en Loja, un 23 de marzo del año 1935. Ya corrían malos tiempos, pues se avecinaba la guerra civil que aunque todas las guerras son nefastas, en mi humilde opinión una guerra civil (por las cosas que cuentan los mayores) creo que debe ser muy dura; ver como conocidos y vecinos se enfrentaban entre si. A consecuencia de esto, se vivieron unos años muy difíciles , mi madre tuvo que sufrir la ausencia de mi padre que se lo llevaron al frente a combatir contra el enemigo, cuando volvió dicen que ni mi hermana ni yo lo conocíamos, y llorábamos cuando entraba en la habitación.

Cuando mi padre estuvo otra vez en casa, aunque no teníamos una gran fortuna, sí éramos lo suficientemente autónomos, para poder vivir de nuestros campos y negocios de mi padre. Al ser solamente tres hermanos, nos criaron muy bien para aquella época. Yo debo confesar que no supe lo que era trabajar hasta que me case con veintitrés años, porque al ir llegando los hijos muy rápidamente y los negocios de mi marido no ir muy bien, el final fue tener que colocarse en una empresa, la cual lo destinó a Pamplona donde estuvimos cinco años y de los que tengo muy buenos recuerdos, pues la gente aunque seria era muy educada y agradable pero mi marido añoraba Andalucía, menos mal que después de aprobar unos exámenes lo destinaron a Jerez de la Frontera.

Por eso mismo mis vivencias las he centrado no en todo el trabajo que realicé después de casada como era el criar y atender a seis hijos, casi todos iguales, que en verdad lo que me supuso fue una enorme felicidad, además es lo mas normal que una madre se dedique en cuerpo y alma a ello, por eso he dedicado mi recuerdo al pequeño negocio que monte en esta ciudad, sin ningún medio económico, solamente con mi imaginación, mis manos y mi entusiasmo y que me supuso además de unos ingresos una satisfacción enorme, de ver como aquella niña y adolescente, mas bien mimada por sus padres, y las circunstancias que por suerte le tocó vivir, fuera capaz, ella sola de montar lo que para mi fue un logro importante. En esta ciudad pase veinte y seis años maravillosos, mis hijos mayores empezaron sus estudios superiores todos eligieron sus carreras y vivíamos felices pero como todo no puede ser bueno el segundo de ellos dejó los estudios, cosa que a mi me supuso un gran disgusto pero gracias a Dios que disfruta de buena salud y va saliendo adelante

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