VICTOR, mi hijo más ”pequeño” cumplió 50 años y
quiso dar una fiesta para su familia y amigos,que tiene gran cantidad de unos y
otros, El “fieston” fué bárbaro lo mismo en comida como en diversión. Yo me lo
pase muy bien y muy contenta al comprobar como lo quieren todos; él nos dirigió
unas palabras muy bonitas agradeciéndonos a todos nuestra, asistencia; pero las
que mas me emocionaron fueron las que le dedicó Carla alabando sus cualidades
como padre y persona.
Fue un día donde los asistentes se lo pasaron muy
bien reinando la alegría y diversión. Fue una emoción tras otra, pues cuando
entraron mi hermano y Susi no pude contener las lágrimas. Estos familiares han
pasado una gran temporada con una preocupación grande por la enfermedad de una
hija. Cuando los vimos entrar fue una alegría para todos.