Volví de la feria de Jerez con una sensación que no sabría explicar.Por una parte estaba feliz por haber compartido unos días felices con mis hijos pero por otra fueron tan diversas las cosas que viví en tan pocos días que no me dio tiempo a asimilarlas.
Era la primera feria que disfrutaba después de morir Miguel , y pisar el albero de nuevo sin él , sentí tristeza porque tanto le gustaba esa feria, que estuvimos disfrutándola durante muchos años.
Al encenderse la iluminación , cuando parece que el firmamento se ilumina tuve que hacer un gran esfuerzo para que la lágrimas no brotaran de mis ojos; después volver a ver el piso donde tantos años vivimos felices, conversar con vecinas y amigas, y recorrer las calles que tantas veces pisé, tenerlo que hacer ahora en silla de ruedas, la verdad que fue todo duro tanto para mis hijos como para mí.
Mis hijos yernos y nuera me colmaron de atenciones: para mí fue muy emocionante ver a mi hija Paqui bailar las sevillanas sin que nadie se percatara de que era ciega , solamente los que lo sabemos desde hace años, estaba muy guapa y alegre y sus hermanos igual que yo sé que se emocionan también al verla tan feliz
Lo que puedo decir de este viaje que mis hijos llevaban tiempo queriendo llevarme pero no me encontraba preparada para tantas emociones, y hoy les doy las gracias por querer hacerme feliz,aunque creo que no he sembrado tanto para recoger tan buenos frutos pero ellos así lo creen. Gracias a todos, y a ti Miguel en el noveno aniversario de tu muerte todos te recordamos como siempre.