jueves, 20 de junio de 2019

Una tarde muy feliz

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Gracias a mis hijos, y a todos los que me atienden,. que han hecho  que pasara una tarde maravillosa, y vengan a mi memoria tantos recuerdos de mi niñez y juventud.

El viernes, catorce de Julio de 2019 pude asistir a la presentación de «La lectora ciega» ese libro que ha emocionado a tanta gente de muchos lugares de España ", y el bonito pueblo de Iznájar no podía ser menos, dado que en él, se encuentran varios familiares y amigos, que nos hicieron pasar con sus atenciones y cariño una estupenda tarde.

En este singular pueblo, desde muy pequeña,  pasaba largas temporadas con mis abuelos a los que quería mucho, así como a mis tíos y primos, que vivían en el mismo lugar . De lo que recuerdo con mas emoción es cuando desde el balcón de casa de mis abuelos,  veía el cortejo que acompañaba  a la patrona del pueblo  ( la Virgen de la Piedad ) y a mi, me emocionaba mucho cuando la imagen asomaba por las «las cuatro esquinas» calle arriba.

Hoy han cambiado el itinerario, pero el fervor de la gente del pueblo como la de tantos de fuera que acuden al lugar, es el mismo de entonces. Lastima que por mi enfermedad no pueda disfrutar en vivo de ese emocionante desfile, aunque gracias a la nuevas tecnologías  que han hecho, que a través del ordenador  pueda ver todo esto, ademas de otras cosas interesantes que ocurren en el pueblo.

Este es el acto mas significativo, aunque también recuerdo la semana Santa que es muy bonita y sobre todo, la sencillez  y el cariño, con que sus habitantes  tratan a todos los que llegan a este bonito pueblo.   

lunes, 17 de junio de 2019

Nostalgia



Cuando tienes una vida tan dilatada como la mía, los días van pasando más rápidos de lo normal, y estos los vas viviendo de recuerdos, unos buenos y otros no tanto, pero todos forman parte de la historia de tu vida.

Mirando a mi alrededor, me siento una superviviente, porque son tantos los amigos, y conocidos que ya no están con nosotros, que doy gracias de haber sido elegida, para seguir en este mundo, que aun teniendo este cosas que no nos agradan, la vida sigue siendo bonita .
  
Todas las personas tenemos una época, un año e incluso un día que recordamos especialmente; hay muchos en la vida, los malos vamos tratando de aparcarlos, para poder disfrutar de los buenos, tanto los pasados como los presentes
   
Para toda mujer que tenga hijos, la llegada de estos es un acontecimiento  qué jamás se olvidará, pero aparte de esto, los recuerdos  que tengo de una época, fue el tiempo que viví en Jerez de la Frontera. Fueron unos años en los que mis hijos  iban creciendo, unos en el Instituto, otros en el colegio, y también alguno en la guardería, esto hacia que me encontrara más libre para dedicarme a hacer cosas que auque me daban trabajo, también me hacian sentir útil ya que el trabajo de dedicarse a la casa y el cuidado de los hijos en mi época no estaba valorado como se merece.

Allí estuve más de veinticinco años, disfrutando de esa maravillosa ciudad, de sus alegres navidades, su impresionante Semana Santa, y sobre todo esa bonita feria del Caballo que por motivo de vivir en las proximidades de ésta, disfruté junto a mi marido de sus preciosas casetas, de ese paseo de caballos, coches enjaezados tan elegantemente, y que con su espectacular iluminación, hace que esta feria sea la más bonita de España.

Pero como digo, al principio, todo pasa muy rápidamente,  y sin apenas darte cuenta, un día te encuentras sin  tu compañero de toda la vida, te miras al espejo y te ves fea, vieja, y con sobrepeso, lo único que tiene de positivo esta etapa, es que en cada una de las arrugas de tu cara, hay escondida una vivencia,  una historia y una experiencia que no puedes tener, cuando la piel está tersa y bonita

jueves, 4 de abril de 2019

DOS CAMPEONAS

     He terminado de leer el libro de Guadalupe Iglesias titulado "Al fin la Luz", y estoy impresionada por el parecido con mi hija, y su libro "La Lectora Ciega".
Estas dos mujeres, están dotadas de un optimismo, que con su actitud contagian su alegría a las
personas mas pesimistas,  y son capaces de cambiar la forma de pensar de los que las rodean.
    Esto lo he podido comprobar en mi misma, que debido a mi enfermedad ( que son cinco años los que lucho contra un Infarto cerebral) tengo días que me pongo triste, y me vengo abajo, entonces cierro los ojos y pienso en  mi hija,  y en tantas personas que como ella,  luchan con ese coraje por salir adelante; claro no todas las personas  tenemos ese potencial de fuerza ,alegría  y simpatía que caracterizan tanto a Lupe como a Paqui que la verdad con eso, ayudan mucho a los que leen sus historias, que  están tan bien contadas , que por ejemplo en el caso de Lupe a la que no conozco personalmente,  hoy después de leer su libro, parece que llevo mucho tiempo a su lado: con ella y Gladys  me he recorrido Madrid, sus calles principales, sus plazas, incluso me ha introducido  al museo del Prado y he podido admirar los cuadros que hace tanto tiempo que no veo.
   Gracias Lupe por ser como eres,y por querer compartir tu historia con todos nosotros, también por ser amiga de Paqui que compartís tantas cosas.... ; Dios os ha dado el don de lo  malo hacerlo bueno con vuestra alegría , vuestra sonrisa  y simpatía.
    No cambies nunca . Las dos os merecéis todo lo bueno que os pase, que deseo  y espero sea mucho .

jueves, 17 de enero de 2019

NOCHE VIEJA 2018

Los últimos días de 2018, fueron muy gratificantes para toda la familia. Como todos los años, nos reunimos a pasar la Noche Vieja en una casa rural , donde disfrutamos además de la comodidad de un
amplio lugar para toda la familia,  también buscamos donde los más pequeños puedan divertirse.

Este lugar  era un sitio muy apropiado para estos, pues disponía en el jardín de columpios y espacio donde correr .También la perrita Meadow se lo pasó en grande  corriendo y jugando con los niños.

Algunos días, nos juntamos  veinte personas a la hora de comer ¡con lo que a mí me gusta una mesa grande llena de gente donde se pueda abordar cualquier tema, sin que nadie se sienta ofendido con nada¡ y disfrutando además de la familia, de los manjares con que nos deleitaron los asistentes.

Yo a las excursiones a los alrededores no pude ir por mis limitaciones,  pero con solo poder ver
desde los ventanales, el precioso pueblo de Arcos de la Frontera, así como contemplar unas bonitas
puestas de sol, me mereció la pena asistir  con  la familia que toda se volcó conmigo ayudándome para que me sintiera a gusto.

Todos brindamos  por un nuevo año, para el que pedimos  unión entre los españoles y mucha salud y trabajo para todos.

Gracias a esa maravillosa familia que Dios me ha dado.