sábado, 10 de noviembre de 2018

Vivir cuando los ojos se apagan

Cuando convives con una persona desde siempre, crees conocerla bien, y  no es así, incluso si esa persona es un hijo . Ese es el caso de Paqui mi hija menor; esta, recientemente ha escrito un libro en el que narra el proceso de la enfermedad incurable que padece. Cuando lo tengo entre mis manos,  el cual he leído ya un par de veces me doy cuenta de la fuerza y voluntad  que ha tenido para salir adelante con una sonrisa siempre en su cara, sobre todo cuando estaba delante de sus padres.
 
Esta risa estrepitosa que tiene le ha dado siempre fama de simpática. Yo muchas veces le decía a mis otros hijos;"Paqui me parece que ríe por no llorar"pero luego nos contaba anécdotas que le ocurrieron en  Estados Unidos con motivo de recoger a su perrita y ( que no constan en el libro) y es entonces  cuando me doy cuenta de la grandiosidad de ese ser que Dios nos concedió a toda su familia .  Nos contaba, que encontrándose en  el Estado de Michigan   paseando con su perrita en un frío día de invierno, a veinte grados bajo cero , le sorprendió una tempestad y ventisca de nieve, cuando le dijimos ¡¡que mal lo pasarías¡¡ nos sorprendió diciendo " Gracias a Dios que no veo " porque de tener mis ojos sanos no hubiera hecho lo que hice, que fue envolverme la cabeza con la bufanda y así deambule hasta que desde la escuela preocupados vinieron a buscarme. Eso saber vivir.....aunque no tengan vida sus ojos.