sábado, 18 de abril de 2020

Mirando las nubes



Después de un mes confinada, sin ver el sol, por fin hoy este ha hecho acto de presencia. Por la mañana se anunciaba un día espléndido; yo, cansada como estaba del encierro forzoso que todos estamos sufriendo, me lancé a un rincón del jardín donde pude disfrutar del sol, tan necesario para la salud. Cuando más entretenida estaba leyendo un libro, alcé la cabeza y a lo lejos por el noroeste, atisbé unas nubes blancas que se acercaban con rapidez, formando una gran masa que se iba desintegrando apareciendo una especie de rebaño de ovejitas que pasaban todas juntas hacia el sur. Fue bonito mientras duró, porque pasó a convertirse otra vez en masa compacta, ocultando el sol y teniendo que volver al cautiverio otra vez.  

Esto que estamos pasando sirve para apreciar más cualquier cosa por simple que sea. Todo nos parece más maravilloso, una simple nube, un rayo de sol e incluso un saludo afectuoso de un vecino, que hasta ahora apenas habíamos hablado con él. Pidamos todos que esto acabe pronto y volvamos a la normalidad, si por normal entendemos correr y correr buscando una vida mejor sin darnos cuenta que ya la teníamos.